Alina
Una tarde de abril, entre nerviosismo y alegría, la recibimos. Llevábamos 17 años juntos como pareja y ese momento nos abrió la puerta a una nueva aventura. Fue el comienzo de un sueño hecho realidad, ser padres. El nombre que elegimos fue Alina y la íbamos a anunciar el Día de la Madre para nuestras familias.
Ese día, mientras sonaba una hermosa canción de cuna, entre lágrimas y mucho amor, caminamos de la mano hacia el lugar donde nos esperaba la familia. Aparecimos en medio de la habitación con un pastel especialmente decorado con un nido de pájaro y un huevo delicadamente pintado cubierto de purpurina de estrellas. Al unísono dijimos: “ya somos tres”, mientras la adrenalina recorría por nuestros cuerpos y nuestros corazones saltaban de alegría y mucho amor. Fue una gran sorpresa ver a toda nuestra familia ponerse de pie para abrazarnos y compartir nuestra felicidad. Sin duda estaban tan emocionados como nosotros.
Tanto apoyo, entusiasmo y amor nos recargó para la experiencia que venía en las próximas semanas. Las visitas al ginecólogo aumentaron porque la progesterona estaba baja y no era una buena señal. Cada visita y cada examen aumentó nuestro desánimo. Sin embargo, no queríamos perder la esperanza, habíamos anhelado tanto a este bebé que nos pareció irreal lo que sucedió.
Una parte de la sabiduría de la vida es aprender a dejar ir y dejar de aferrarse a lo irreversible. El 23 de mayo de 2017, el médico anunció que nuestra pequeña Alina había regresado a las estrellas. Regresamos a casa sin corazón en el pecho. Intentamos consolarnos de alguna manera y encontramos algo dulce en la refri. Nos acurrucamos en la cama y vimos una película que sirvió de pretexto para llorar, llorar y llorar. No sabemos cuántas lágrimas cayeron por nuestro rostro, pero sirvieron para que nuestro corazón empiece a latir de nuevo.
Despues de un tiempo, con un semblante más tranquilo, hicimos un ritual para honrar su destino, dedicándole las siguientes palabras: "Siempre serás nuestra primera hija, la que nos en padres y sabemos que más allá del plano físico estamos todos unidos, sonando en una sola melodía. Hiciste vibrar muy fuerte nuestros corazones, te recordaremos y llevaremos siempre con nosotros ”.
Unos meses posteriores a su partida, se nos reveló su propósito de vida de la manera más cariñosa que pudo encontrar el universo, el 1 de agosto de 2017 abrimos juntos la prueba que anunciaba el teste positivo de embarazo de su hermano Elián. Entendimos de inmediato que en su breve paso, ayudó a mi útero a dejarlo limpio y lleno de luz para albergar a su hermano Elián durante 9 meses.
Te amamos hija.
Gracias por escogernos para ser tus padres.